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XXI Congreso Pedagógico 2016 

ESCUELA CRÍTICA Y EMANCIPACIÓN
REGISTROS PEDAGÓGICOS Y SU POTENCIA TRANSFORMADORA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA

Ponente: Daniela Otero

Título: Educación Sexual Integral: La construcción de una secuencia posible

A partir de la sanción de la ley 26150 en el 2006, la educación sexual ha conseguido el marco normativo y legal necesario para desarrollarse sin cuestionamientos en todos los niveles escolares. Sin embargo, al igual que sucede con otros contenidos de índole político, cultural y social, la educación sexual integral posee características particulares que ponen sobre el tapete el currículum hegemónico, las ideologías docentes y nos desafía...

La sanción de la ley expresa los objetivos generales de la misma y señala dos que, a criterio personal, serían el eje fundamental de la educación sexual integral:

-Formación armónica, equilibrada y permanente de las personas.

-Procuración de  igual trato entre mujeres y varones.

Ahora bien ¿ Cómo encarar la formación armónica y equilibrada de personas y lograr el igual trato entre varones y mujeres si la estructura misma de la institución escolar está organizada de manera binaria y está plagada de estereotipos y prejuicios? ¿Cómo equilibrar la información que reciben los/as jóvenes cotidianamente de la mano de los medios de comunicación que llenan las pantallas con cuerpos esculturales de mujeres y hombres perfectos? ¿Qué hacer con el exceso de información que tienen los niños y las niñas sobre las relaciones sexuales? ¿Cómo comenzar a desenmarañar la historia?...

El siguiente trabajo se está desarrollando en una escuela primaria con alumnos y alumnas de séptimo grado, se encuentra delineado en rasgos generales sobre algunas de las aristas que consideramos importantes abordar con alumnos de nivel primario y se concretiza a partir de ideas que aportan los/as alumnos/as a lo largo del recorrido. La escuela se caracteriza por su trabajo inclusivo, con proyectos que revalorizan las culturas juveniles y los contextos de los que provienen los/as estudiantes.

 

¿Por qué ésta y no otra secuencia pedagógica?

 

En el mes de abril recibimos la visita de una marca de toallitas femeninas, a la cual nos negamos sistemáticamente año tras año... este año permitimos el ingreso con la condición de que les mostraran el video que repiten una y otra vez, pero que de ningún modo iniciarían un debate en torno a la sexualidad del grupo teniendo en cuenta experiencias de años anteriores en las que la información brindada por esta empresa se contraponía a los objetivos de la escuela y eran, a su vez, erróneos. Sostenían que la charla era para las alumnas porque a ellas les incumbía la información sobre ciclos menstruales.  Planteaban las relaciones sexuales limitándolas a encuentros amorosos dejando fuera los aspectos placenteros y sumaban, como fin último de las mismas, la procreación.

Sin embargo, muchos/as de los/as estudiantes tenían preguntas para hacer.

 

De enfoques y prejuicios…

 

Comenzamos a esbozar, entonces, líneas de trabajo sobre género, sexo y sexualidad. Pero, antes, había que tomar decisiones y ponerse de acuerdo en torno a los criterios, ideas previas y prejuicios personales porque, si para nosotras el planteo de una secuencia generaba dudas, a la hora de construir con los/as jóvenes podríamos entrar en contradicción.

“El prejuicio, que se presentifica cotidianamente, es producto de una matriz cultural que tiene como uno de sus cimientos el pánico moral, que equipara diferencia sexual a anormalidad, delito, promiscuidad, perversion, peligro, enfermedad, riesgo de contagio.”[1]

Alonso y Morgade en su texto Educación, sexualidades y género plantean que la sexualidad, las identidades sexuales ocupan en la escuela el lugar de lo innombrable y que se despliegan dispositivos para invisibilizar, ocultar o no nombrar. Al no nombrar e invisibilizarlo se está negando la posibilidad de problematizar y desarrollar estrategias que permitan el desarrollo de espacios plurales para todos y cada uno de los jóvenes con su elección de género e imposibilitando la construcción de ámbitos democráticos para todos y todas.

La sexualidad es concebida desde los distintos enfoques y las diferencias de opiniones  que provoca. El enfoque esencialista intenta explicar que el sexo es nuestra verdad interna o esencia y por lo tanto que está en nuestra naturaleza. Week dirá al respecto que este enfoque tiende a ser reduccionista y determinista. Reduccionista porque reduce su complejidad a sus unidades constitutivas y determinista porque intenta explicar a los individuos como producto de sus genes, sus instintos, sus hormonas. Contra este enfoque dice que la sexualidad o los significados que se le atribuyen están socialmente organizados y sostenidos. Determinan lo que debería ser o no la sexualidad.

Algo que puede ser agregado sobre la concepción es que la única función del sexo es reproductiva y que se configura así en un mandato biológico. Los enfoques contemporáneos intentan desarrollar la idea de que la sexualidad es una construcción histórica y cultural y que el carácter natural debe ser cuestionado.

Hablar de la construcción social de la sexualidad es hablar de las maneras en las que las emociones, los deseos y las relaciones son configuradas socialmente. Y que lejos de ser un elemento esencial y natural sólo existe a través de sus formas sociales y su organización social.

Diana Maffía en “Sexualidades migrantes, género y transgénero” realiza un enunciado de lo que es la creencia conservadora sobre la sexualidad:

-Los sexos son sólo dos: femenino y masculino.

-Las relaciones sexuales tienen como fin la procreación.

-La familia es una unidad natural.

Sobre el primer punto puede pensarse que con sólo dos sexos, femenino y masculino, existen otros que quedan fuera y al no encajar en los parámetros estipulados por esta dicotomía son considerados “anormales”. Dice textualmente al respecto “Afirmar que los sexos son dos, es afirmar también que los elementos irán encolumnados, que el sujeto tendrá la identidad subjetiva de su sexo anatómico y cromosómico, lo expresará y aceptará los roles correspondientes y hará una elección heterosexual. Lo que escape a esta disciplina se considerará perverso, desviado, enfermo, antinatural (…)”[2]

La segunda expulsa los sentimientos, pulsiones y placeres que conlleva una relación sexual. Y la última coloca la construcción social, cultural e histórica de la familia en el plano de lo natural y por lo tanto incuestionable e inmodificable.

Hasta aquí cuestionamos todo lo dicho por la promotora de la marca de toallas femeninas…

 

Decidimos comenzar…

 

La primera propuesta para trabajar con el grupo fue la proyección del film "Mi vida en rosa". El film relata la historia de Ludovic, un pequeño que se encuentra completamente identificado con las asignaciones que se le dan al género femenino. De esta manera Ludovic se enfrenta, con apenas siete años, a las construcciones sociales binarias, a los estereotipos y los prejuicios de su entorno.

Los tiempos escolares son tiranos, no permiten la proyección de películas completas el mismo día, así que fuimos fraccionándola en tres días.

El primer día logramos ver los primeros treinta minutos, entre risas y vergüenzas los/as jóvenes fueron logrando comprender la trama. Se transcribe una conversación que se desarrolló al finalizar el primer tramo de la proyección.

D: - Vamos a dejar acá, seguimos la semana que viene...

A: - No entiendo nada profe, es re raro... (entre el murmullo)

D: - Piensen para la semana que viene y escriban en una hoja lo que vayan suponiendo... Pensemos para el viernes si podemos afirmar que Ludovic es homosexual...

Alumno: Si profe, es re p...

Alumna: no, para mi no...

Las primeras sensaciones que generó esta aproximación fueron las de rareza, los alumnos y alumnas de nivel primario necesitan de la catalogación para comprender el mundo que los rodea, están inmersos en mundos donde se es varón o mujer,  donde las actividades se organizan de manera binaria, donde nos agrupamos por sexo para la formación, el uso de los baños y los deportes.

Llegó el viernes siguiente y la segunda parte de la proyección, ya no aparecieron risas y vergüenzas sino una genuina comprensión de lo que atravesaba Ludovic.

D: - ¿Pensaron lo que hablamos el otro día?

A: -Siiii

D: - ¿Y? ¿Podemos decir que Ludovic es homosexual? ¿o gay?

Alumno (el mismo que la clase anterior): - Ahora no se profe... ¡vos preguntas cada cosa! sí, es... ay, no sé...

Alumnas: - Piensa como una nena profe…

Terminamos ese día con un completo silencio, el grupo completamente absorto en los acontecimientos de la última escena.

Llegó el día del final de la película y aparecieron las distintas conclusiones:

  • No se puede afirmar que Ludovic es homosexual porque su identidad está en construcción, sí podemos decir que se identifica con aquellas asignaciones correspondientes al género femenino.

  • Los padres del niño estaban forzando su identidad para que encajara en lo que se espera de un varón.

  • Al forzar al niño lo exponían a situaciones de potencial peligro, angustia y enojo.

  • Esperamos que una mujer y un hombre cumplan con ciertas característica, las cuales fueron enunciadas en clase.

  • No podemos cumplir con esas características si traicionamos nuestros deseos.

Nuestra sexualidad está expresada en cada momento de nuestras vidas, nos relacionamos a partir de ella, elegimos, nos movemos, nos pensamos… Un desarrollo armónico y equilibrado de la sexualidad permite que nos conectemos con el mundo de manera genuina, un joven o una joven que puede desenvolverse genuinamente y disfrutar de su sexualidad, que puede identificarse libremente con géneros será una persona que lleve adelante una vida sexual placentera, gratificante y responsable.

La biología dará respuesta a los aspectos naturales de nuestro cuerpo, sus características, su funcionamiento y su desarrollo normal. Los médicos podrán colaborar en el abordaje de aspectos relacionados con la prevención de ETS y embarazos. Pensar en una construcción sexual de los jóvenes implica desentrañar informaciones, interpelar las construcciones sociales e históricas respecto del género femenino y masculino, cuestionar los roles y la imágenes de los cuerpos y dejarlos hablar.

Morgade y Alonso hablarán de un proyecto para la educación que encare a la justicia de género, que se entiende como la distribución de los saberes y poderes sobre el propio cuerpo.

Las autoras proponen para la educación una serie de características que debe tener un enfoque democrático.

  • Que historice y problematice las expectativas sociales en cuanto a los cuerpos y los estereotipos que de ellas se desprenden.

  • En que la sexualidad sea comprendida en su totalidad.

  • Que reconceptualice la mirada acerca de los cuerpos.

  • Que promueva vínculos no sexistas.

  • Que posibilite desnaturalizar la violencia cotidiana.

  • Un enfoque que deseduque y promueva la escucha de los adultos.

 

¿La seguimos?…

 

La secuencia continúa con la proyección y el debate en torno a la construcción de la identidad y la sexualidad de los/as jóvenes, los videos fueron seleccionados del ciclo televisivo “Mejor hablar de ciertas cosas”. Se habilitó un buzón de preguntas para orientar el abordaje temático de las clases, toda la construcción está pensada en un espacio y tiempo diferente, destinado exclusivamente al proyecto.

Educación sexual integral

http://www.conectate.gob.ar/sitios/conectate/busqueda/encuentro?rec_id=50907

Embarazo adolescente

http://www.conectate.gob.ar/sitios/conectate/busqueda/encuentro?rec_id=100874

Adolescencia: época de cambios

http://www.conectate.gob.ar/sitios/conectate/busqueda/encuentro?rec_id=101189

Primer amor

http://www.conectate.gob.ar/sitios/conectate/busqueda/encuentro?rec_id=101194

 

 

Quebrar estereotipos, debate en la reunión de ciclo…

 

Un comentario devino en un debate entre colegas. La situación se desarrolló en un recreo, una niña jugaba enérgicamente persiguiendo a sus compañeros, delantal desabotonado, pelo al viento al grito de “vení para acá”.

M: ¡Podés parar! ¡Portate como una señorita!

La alumna quedó completamente desarticulada, ¿cómo debía comportarse?

“Portate como una señorita” “ Los varones son muy inquietos” “Las nenas son más prolijas” “Los varones son mejores en matemática y las chicas en lengua” “Las chicas son más conflictivas” “Los varones arreglan todo a las trompadas”

El día a día está plagado de supuestos que alimentan los estereotipos y reproducen las asignaciones de género tradicionales. Poner en debate, también entre colegas, estos supuestos ayuda a pensar una enseñanza más igualitaria. Pero, sucede que al momento de debatir todos estamos conscientes (o intentamos ser correctos) de que este tipo de frases son perjudiciales para llevar adelante un trabajo que tienda a quebrar la concepción binaria de la educación y el “estar” equilibrado e igualitario en la escuela, sin embargo, las frases subyacen desde el inconsciente para traicionarnos.

El camino es seguir problematizando el discurso hegemónico, seguir debatiendo y enriqueciendo el trabajo de los compañeros.

El empoderamiento de los/as jóvenes…

 

https://www.youtube.com/watch?v=0IGgx8_R5MI

Luego de mirar el corto debatimos con lxs alumnxs:

D: ¿Ustedes sabían que es un derecho recibir educación sexual?

A Varón: No profe, pero no entiendo… o sea que ¿yo puedo preguntar lo que sea y vos me tenés que responder?

D: Digamos que si, con ciertos cuidados...

A Mujer: No te zarpes, Alejo.

D: El trabajo que tenemos que hacer con la educación sexual es para informarlos sobre sus derechos y orientarlos en la construcción de una identidad.

A Varón: Pero te podemos preguntar cosas… (insisten)

D: Sí, para eso también está el buzón. Pero lo que me gustaría saber es ¿por qué creen que es un derecho que reciban educación sexual?

A. M.: ¡Porque sí! (repregunto) - Porque nos tenemos que preparar para el futuro…

D: Se tienen que preparar para el presente, la educación sexual no es para que aprendan a tener sexo, esto ya se discutió… entonces, ¿para qué es?

A.M: Ah, ya lo dijiste, profe… para la identidad.

D: Para construir una identidad sexual que les permita decidir cómo, cuándo, con quién… sin ponerse en riesgo, ¿se entiende?

(Continuó una semana después)

Los jóvenes tienen certezas en torno a la mayoría de los derechos, sin embargo sobre aquellos relacionados con la sexualidad necesitan que afirmemos la premisa. Empoderarlos, con la misma intensidad con la que ofrecemos para que construyan otros valores. Empoderarlos para que sean libres a la hora de decidir. Empoderarlos para que ya nadie pueda decidir por ellos.

 

El trabajo con los padres…

Superar el tabú para romper los mitos...

“La convención sobre los derechos del niño, señala que niños, niñas y adolescentes tienen derecho a decidir, participar y opinar en todos los asuntos que los involucran, como por ejemplo, la salud sexual y reproductiva”

https://www.youtube.com/watch?v=DN6drIpDyf0

Tuvimos la oportunidad de conversar con los padres, siempre es difícil abordar el tema porque oponen mucha resistencia. La discusión giró en torno a los derechos de los jóvenes a recibir educación sexual en la escuela pero, también, en las casas.

Les contamos los comentarios que se habían suscitado luego de que la empresa de toallas femeninas hiciera su aparición y profundizamos en los mitos que los jóvenes reproducen de manera calcada.

“La primera vez no podes quedar embarazada”

“Si estas indispuesta no podes quedar embarazada”

“El preservativo lo tiene que llevar el hombre, sino qué van a pensar”

En esta oportunidad la participación de los padres fue muy activa y encaminada a la orientación que buscábamos darle, coincidieron en que es muy necesaria la orientación que se les brinda a las familias porque los jóvenes tienen mucha información confusa que es necesario ordenar. Reconocieron que hay ciertos temas que les cuesta abordar con sus hijos lo que conlleva a que ellos y ellas no pregunten.

“Los chicos y chicas, cuentan con información que logran recoger de aquello que ven y escuchan, logran darle la explicación que su intelecto les permite a su corta edad, dar respuesta a sus preguntas con naturalidad, con información precisa y de manera amorosa generará el vínculo y la confianza necesaria para que sigan preguntando. Sólo de esta manera podremos ayudar a nuestros jóvenes a que desarrollen una vida sexual saludable”.

 

Concluyendo…

Pensar un proyecto de Educación Sexual Integral implica poner sobre el tapete los preconceptos, los prejuicios, los estereotipos, el currículum oculto. Es problematizar las prácticas y cuestionar las instituciones en su organización, sus fundamentos y sus paradigmas. Es hacerse preguntas.

 

“Finalmente de eso se trata. Derechos Humanos Universales, para ser ejercidos por personas singulares, requieren respuestas muy diversas. Una sociedad disciplinadora que sólo acepta como ciudadanos a quienes cumplen con el estereotipo por el grupo hegemónico dominante, deja fuera de la ciudadanía de modo arbitrario e injusto a enormes porciones de la población” [3]

 

 

Bibliografía

 - Morgade, G. Alonso, G (2008) “Educación, sexualidades, géneros: tradiciones y experiencias disponibles en el campo de la construcción” en cuerpos y sexualidades en la escuela. De la normalidad a la disidencia. Paidós. Buenos Aires.

- Maffía, Diana (2003) Introducción en Maffía, D. (Comp.) Sexualidades migrantes. Género y transgénero.

- Cabral, Mauro y Maffía, Diana (2003)”Los sexos¿ son o se hacen?” en Maffía, D. (Comp.) Sexualidades migrantes. Género y transgénero.

- Weeks, Jeffrey (1998) Sexualidad. Paidós. México.

- Hernández, A. y Reybet, C. (2006). Acerca de masculinidades, feminidades y poder en las escuelas. Anales de la educación común, Tercer siglo (2), 4, 128-135.

- Mata, M. C. (1999). De la cultura masiva a la cultura mediática. Revista Diálogos de la Comunicación (56).

 

 

[1] Morgade, G. Alonso, G (2008) “Educación, sexualidades, géneros: tradiciones y experiencias disponibles en el campo de la construcción” en Cuerpos y sexualidades en la escuela. De la normalidad a la disidencia. Paidós. Buenos Aires.

[2] Maffía, Diana (2003) Introducción en Maffía, D. (Comp.) Sexualidades migrantes. Género y trasgénero.

[3] Maffía, Diana (2003) Introducción en Maffía, D. (Comp.) Sexualidades migrantes. Género y trasgénero.

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